domingo, 27 de diciembre de 2009

Momentos propicios

Cuando os sentís felices, cariñosos, como si flotarais... esos son los momentos propicios en que la puerta se encuentra muy cerca. Una simple llamada será suficiente.

Casi siempre que las personas se sienten desdichadas, ansiosas, tensas, nerviosas, prueban la meditación... pero entonces cuesta entrar. Cuando os sentís dolidos, enfadados, tristes, entonces pensáis en la meditación, pero eso es como ir contra la corriente y será muy difícil.

Cuando os sentís felices, cariñosos, como si flotarais... esos son los momentos propicios en que la puerta se encuentra muy cerca. Una simple llamada será suficiente.

De pronto una mañana os sentís bien, sin ningún motivo en particular. Algo debió haber sucedido en lo más profundo del inconsciente. Algo debió suceder entre vosotros y el cosmos, una armonía; tal vez por la noche, en pleno sueño. Por la mañana os sentís bien; no perdáis tiempo. Unos simples minutos de meditación representarán más que días enteros de meditación cuando os sentís desdichados.

O de pronto, por la noche, tumbados en la cama, os sentís como en casa... en un entorno acogedor y en el calor de la cama. Sentaos solo cinco minutos; no desperdiciéis ese momento. Hay una cierta armonía... usadla, sed como un surfista sobre una ola que os llevará lejos, más de lo que podríais ir solos. Así que aprended a utilizar esos momentos de felicidad.

Osho

2 comentarios:

  1. Muy bueno, Osho. Muy inspirador.

    Hace un rato hablaba con un amigo a quien encontré en la cola de la caja del súper cuando yo entraba y me esperó fuera. Me dijo que hace tiempo quiere meditar, pero no encuentra el momento. No tiene tiempo. Me reí.
    Qué hacías mientras me esperabas en la puerta del súper? Mientras esperas en la cola? Cuando paseas a tu perro? Cuando sales a correr?
    La vida es preciosa (y corta) como para perder todos esos momentos.
    Dijo que pensaba en su trabajo, en sus cosas, resolvía cosas del trabajo.
    ¿Todo el tiempo?
    Yo creo que sólo se necesita un segundo, una milésima de segundo para desconectar la mente ruidosa, para conectar con la vida, la esencia -sea lo que sea para cada cual.
    Un instante entre línea y línea, mientras lees un libro.
    Percibir la eternidad de ese segundo.
    Un segundo eterno... -dijo él.
    Es suficiente, ya está dentro. Una experiencia a donde volver.
    Imagínate un segundo prolongado, un minuto eterno.
    Se rió, Huy, eso es una eternidad!!

    Y con la práctica, el camino de vuelta se hace más y más fácil.

    Siempre hay tiempo para meditar.

    Para volver a la alegría interior -estamos construyendo cada semana una isla de paz interior, la ciudad de la alegría, decimos en mis clases de los lunes.

    Al gran gozo de la vacuidad -en palabras budistas.

    Enhorabuena por tu nuevo blog, Emi.
    Muy acertado, como todos los demás.

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  2. Precioso blog, preciosa presentación (como todos los tuyos)y la nena de la foto casi que se parece a "your dear niece", espero lo lea y se aficione tanto a tí como a Marié, seguro que aprende mucho, ojalá aprendiera la mitad de lo que aprendo yo con vosotras. Muchas gracias a las dos.

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Gracias por darme tu punto de vista. Seguro que me enriquecerá.