Muere lentamente quien evita una pasión, quien prefiere el negro sobre blanco y los puntos sobre las "íes" a un remolino de emociones, justamente las que rescatan el brillo de los ojos, sonrisas de los bostezos, corazones a los tropiezos y sentimientos.
Muere lentamente quien no voltea la mesa cuando está infeliz en el trabajo, quien no arriesga lo cierto por lo incierto para ir detrás de un sueño, quien no se permite por lo menos una vez en la vida, huir de los consejos sensatos.
Muere lentamente quien no viaja, quien no lee, quien no oye música, quien no encuentra gracia en sí mismo.
Muere lentamente quien destruye su amor propio, quien no se deja ayudar.
Muere lentamente, quien pasa los días quejándose de su mala suerte o de la lluvia incesante.
Muere lentamente, quien abandona un proyecto antes de iniciarlo, no preguntando de un asunto que desconoce o no respondiendo cuando le indagan sobre algo que sabe.
Evitemos la muerte en suaves cuotas, recordando siempre que estar vivo exige un esfuerzo mucho mayor que el simple hecho de respirar.
Solamente la ardiente paciencia hará que conquistemos una espléndida felicidad.
Atribuido a una veintena de autores (entre ellos a Pablo Neruda)
Yo no quiero morir lentamente, creo que lo que he conseguido, por lo menos, es tener ardiente paciencia.
ResponderEliminarY que cierto es qu estar vivo exige un esfuerzo mucho mayor que el simple hecho de respirar.
Me gusta mucho esta entrada.
Gracias, como siempre.
Muere lentamente quien pierde la capacidad de asombro , quien no se emociona con algún recuerdo vagabundo , quien olvida el hábito de soñar , quien no corre al sol para no despeinarse, quien no se detiene a disfrutar de las pequeñas simples cosas de la " vida"...
ResponderEliminarBella entrada!
"Ardiente paciencia", me encanta la asociación de esas palabras, Uma. Es casi un oxímoron.
ResponderEliminarSí, estar vivo exige un mayor esfuerzo que no vivir, pero son justamente los esfuerzos los que nos llevan a la felicidad más auténtica.
Me alegra que te guste. Contigo da gusto buscar cosas.
Gracias, Carmela.
ResponderEliminarMuchos somos los que hacemos muchas cosas para sentirnos vivos, pero es precisamente el disfrutar de lo más simple uno de los secretos. Lo importante es encontrar la manera de no ser un zombi.