Con mis mejores intenciones, para que sirva de inspiración a todos los que nos sentimos algo perdidos en algún momento de nuestra vida y, en especial, para esas personas especiales que me rodean.
Nuestros pensamientos se convierten en palabras. Nuestras palabras en hechos. Nuestros hechos en hábitos. Los hábitos configuran nuestro carácter. Deducción: Cambiando nuestros pensamientos modificamos el carácter.
Pero mudo y absorto y de rodillas
ResponderEliminarcomo se adora a Dios ante su altar,
como yo te he querido...; desengáñate,
¡así... no te querrán!
Y si los pensamientos se vuelan y en vez de ser palabras son pájaros.
ResponderEliminarUn gran saludos.